La hernia discal es una afección que afecta a los discos intervertebrales de la columna vertebral, estructuras gelatinosas que actúan como amortiguadores entre las vértebras. Esta condición ocurre cuando el núcleo de un disco se desplaza y presiona un nervio, causando dolor, entumecimiento y debilidad, especialmente en la zona lumbar o cervical. Afortunadamente, hay medidas preventivas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una hernia discal.
- Mantén una buena postura
- Fortalece tu core
- Levanta objetos de manera correcta
- Mantén un peso saludable
- Haz ejercicio regularmente
- Cuida tus movimientos diarios
- Deja de fumar
- Escucha a tu cuerpo
Mantén una buena postura
Una postura adecuada es fundamental para reducir la presión sobre los discos intervertebrales.
Cuando te encorvas o te inclinas de forma incorrecta, fuerzas a los discos de la columna vertebral a trabajar en una posición no natural, lo que aumenta el riesgo de lesión.
Si trabajas sentado muchas horas, es recomendable hacer pausas para levantarte y estirarte.
Además, ajustar la altura de la silla y la pantalla de tu ordenador a un nivel adecuado puede prevenir problemas posturales.
Fortalece tu core
Los músculos del core no solo son importantes para el equilibrio, sino que también juegan un papel clave en el soporte de la columna.
Al fortalecer este área, distribuyes mejor la carga sobre tu espalda y reduces el riesgo de lesiones.
Ejercicios como el puente lumbar, la plancha y los abdominales controlados ayudan a mejorar la resistencia de estos músculos, realizar estos ejercicios al menos 3 veces por semana puede ser muy beneficioso.
Levanta objetos de manera correcta
Para evitar el riesgo de una hernia discal al levantar algo pesado, es crucial que adoptes una técnica adecuada.
Mantén la espalda recta, baja el cuerpo flexionando las rodillas y utiliza las piernas, que tienen músculos más fuertes, para levantar.
Si tienes que girar, hazlo con todo el cuerpo, no solo con la espalda, para evitar torsiones que puedan dañar los discos.
Mantén un peso saludable
El exceso de peso, especialmente en la zona abdominal, añade estrés a la columna, ya que esta debe soportar un mayor esfuerzo, lo que incrementa el riesgo de hernia discal.
Adoptar hábitos alimenticios saludables y realizar actividad física con regularidad te ayudará a controlar tu peso, lo que a su vez disminuirá la presión sobre la columna vertebral y promoverá la salud general del cuerpo.
Haz ejercicio regularmente
El ejercicio contribuye a mantener la flexibilidad y la fortaleza de los músculos que protegen la columna.
Incorporar estiramientos en tu rutina diaria mejora el rango de movimiento y reduce la rigidez, actividades de bajo impacto como nadar o caminar son ideales para mantener una buena salud de la columna sin sobrecargarla.
Cuida tus movimientos diarios
Las actividades diarias como agacharte para recoger algo del suelo o levantarte de la cama pueden parecer inofensivas, pero si no se hacen correctamente, pueden causar una gran tensión en la columna.
Intenta moverte de forma consciente, evitando doblar la espalda de manera abrupta o girar rápidamente sin apoyar bien los pies, pequeñas correcciones pueden prevenir una lesión importante.
Deja de fumar
El tabaquismo no solo perjudica los pulmones, sino que también afecta a la salud de los discos intervertebrales.
La nicotina reduce el flujo sanguíneo a los discos, lo que acelera su degeneración y aumenta el riesgo de hernia discal.
Dejar de fumar mejora la oxigenación de los tejidos, lo que contribuye a una mayor regeneración celular y a una columna más saludable a largo plazo.
Escucha a tu cuerpo
El dolor o molestias constantes en la espalda pueden ser indicios de un problema subyacente, como una hernia discal incipiente, ignorar estos síntomas o postergar la visita al médico solo empeora la situación.
Si notas sensaciones como hormigueo, debilidad o dolor agudo en la espalda, cuello o extremidades, es importante consultar a un especialista de la columna en Marbella para prevenir daños mayores, como por ejemplo la cirugía endoscópica, un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento.
Rizólisis para tratar una hernia discal
En caso de que la hernia discal sea inevitable, la rizólisis es una opción efectiva para aliviar el dolor lumbar crónico. Esta técnica mínimamente invasiva utiliza radiofrecuencia para destruir los nervios de las articulaciones vertebrales, interrumpiendo así la transmisión del dolor.
Se realiza ambulatoriamente bajo anestesia local y sedación, guiada por imágenes radiológicas. Es especialmente indicada para pacientes que han experimentado dolor durante más de tres meses sin respuesta a tratamientos conservadores y sin afectación neurológica. Con una tasa de éxito de hasta el 80%, la rizólisis puede ofrecer alivio durante 10 a 12 meses, permitiendo a los pacientes reducir la dependencia de medicamentos y participar en programas de ejercicio y fisioterapia. De este modo, muchos logran evitar la cirugía y mejorar significativamente su calidad de vida.
Si quieres obtener más información sobre cómo prevenir las hernias discales, el equipo del Doctor González Plata está compuesto por traumatólogos especializados en tratamientos para hernia discal y trabajamos en centros médicos especializados en Cirugía Endoscópica de Columna en Marbella.
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