¿Qué es una Hernia Discal?
Nuestra columna está compuesta por distintas vértebras interconectadas entre sí mediante los denominados discos intervertebrales. Estos discos son como almohadillas compuestos por un material gelatinoso denominado núcleo recubierto de una capa mas densa y fibrosa denominada anillo, cuando el anillo se degenera o rompe, parte del núcleo puede salir hacia afuera dando lugar a una HERNIA DISCAL.
¿Cómo podemos confirmar que padeces una hernia discal?
Para confirmar que padeces una Hernia Discal, se requiere una valoración médica, pruebas radiológicas como radiografías y resonancia magnética, pero si tienes los siguientes síntomas, puede ser muy probable que padezcas una Hernia Discal.
Dolores en los brazos y/o las piernas, pueden irradiarse desde la región glútea si el problema es lumbar o desde la nuca si tu problema es cervical.
Adormecimiento de los brazos, manos o piernas
Dolores en la parte baja de la zona lumbar o en el cuello.
Dificultad para ponerte de pie o incluso para caminar, acompañado de un dolor tipo “descarga eléctrica”.
En casos mas graves y avanzados puedes presentar dificultad para el control de tus esfínteres. (escapes de orina/heces)
¿Qué hacer cuando tengo síntomas compatibles con una hernia discal?
Si los síntomas son persistentes acude a nuestra consulta para que valoremos el tratamiento más adecuado:
Por suerte, la mayoría de las hernias discales, suelen no requerir cirugía, basándose su tratamiento en analgesia oral, fisioterapia y uso de corticoides orales para la inflamación (si la hubiera).
Cuando el tratamiento conservador no es efectivo o incluso cuando el dolor es muy intenso, se plantea la cirugía como solución efectiva.
Mediante la Endoscopia de Columna podremos solucionar el problema de forma rápida y con un postoperatorio mucho más confortable que con técnicas más convencionales.